En Granada estamos de luto porque ayer falleció un miembro de un piquete, al ser arrollado por la furgoneta de una cadena de alimentación en la que pretendía introducirse para impedir que circulara. Y esta mañana, ha resultado herido otro miembro de un piquete, también aquí en Granada, tras ser atropellado.
El Gobierno sigue ausente, perdido, inane, ante la huelga de transportistas que, al menos aquí en Granada, ha producido el desabastecimiento de productos alimenticios en mercados y supermercados, atascos kilométricos en muchas carreteras y en las entradas a Granada, muchas gasolineras paradas sin combustible; y el puerto de Motril saturado de mercancías a las que no pueden dar salida, y del que tampoco pueden salir hidrocarburos. Y lo que es peor: un muerto.
Pero, además, se han producido otros actos de «kale borroka» como camiones calcinados, un transportista apedreado, un manifestante atropellado leve por la Guardia Civil, cristales rotos, ruedas pinchadas y carreteras sembradas de clavos. Pero, para Rubalcaba no pasaba nada: «un camionero apedreado creo». Ya no es «sólo» un camionero apedreado, Rubalcaba. ¿Dónde estás ahora? ¿Porqué te escondes?
El Gobierno sigue negando lo que es evidente para los ciudadanos: el colapso monumental de todas las carreteras. Y ningún miembro del Gobierno ha salido a dar la cara, a dar explicaciones de sucesos y situaciones tan graves. Sólo después de que se produjera una muerte, la ministra de Fomento tuvo a bien decirnos que seguirá negociando.
Supongo que creen que si la huelga pasa por los medios de comunicación con un perfil bajo, todo quedará como si nunca hubiera ocurrido nada. Con ésta estrategia cree Zapatero que él y su gobierno de incapaces logrará salir de la crisis sin apenas desgastarse. Y también según esta misma estrategia, la policía apenas interviene, ni la guardia civil. Y los piquetes campan a sus anchas, atacando al que no quiere secundar la huelga.
Pero tampoco están libres de culpa los transportistas. ¿Porque no iniciaron ésta huelga antes del 9 de marzo que ya sabían a dónde llegaría el precio del combustible. Como ahora ya sabemos que en julio llegará a los 150$/barril y que las previsiones son que se pueda llegar a los 250$/barril. Si ésta huelga la hubieran convocado antes del 9 de marzo, seguramente hubieran conseguido medidas mucho más favorables ante un gobierno bajo presión porque tenía que presentarse a unas elecciones generales. ¿Porqué no lo hicieron? Ahora tienen lo que, con su inacción, propiciaron en parte: un nuevo, pasivo e inoperante gobierno de Zapatero.