Zapatero tiene quien le escriba

Nuestro Presidente del Gobierno despierta de una manera asombrosa el sueño de las musas. Los amigos escritores de Zapatero, en éste final de legislatura, tienen la pluma ligera y nos ilustrarán con variados Zapalibros (como los definiría Eva Orúe).

El escritor gallego Suso de Toro ha publicado una biografía; o quizá deba decir una hagiografía, sobre Zapatero: «Madera de Zapatero». Él mismo explica porqué lo escribió: «Lo escribí porque me harté de leer tanta mentira miserable sobre un gobernante decente y que permite una España en la que podamos encajar todos y porque me harté de tanto mandarín exquisito que dice «no es esto» cuando quiere decir, «que no me muevan la silla». En fin.»

De Toro, en su libro «Madera de Zapatero» resume la personalidad del presidente: inocencia y convicción. Inocencia por «ese fondo absolutamente sincero suyo, que está a lo que dice estar y no a ninguna otra cosa». Convicción porque «esos deseos que dice tener son realmente lo que lo mueve y con arreglo a lo que vive. Vive sus ideales. Es de una sola pieza, eso puede resultar desconcertante para muchos. Y desde luego un malvado no puede entenderlo y un desconfiado tampoco. Pero él es así, tiene una sola cara y no tiene vuelta. Es un gran tipo, de lo más noble».

La otra novedad editorial se titula «Examen a Zapatero» y la ha escrito Philipp Pettit, otro gurú presidencial, ideólogo del republicanismo más rancio. «Examen a Zapatero» sigue como criterio valorativo la fidelidad de la acción del Gobierno de Zapatero a los principios republicanos, para concluir que, a pesar de los importantes retos que Zapatero ha tenido que afrontar en los últimos años, ha mantenido una dirección constante y ha hecho de España un modelo para las democracias avanzadas.

Pues a pesar de ser ambos libros de inusual alabanza (pero sin llegar a pedir el Nóbel para Z), se rumorea que hay uno que no gusta en La Moncloa, aunque no se sabe cúal. Y se anuncia además que se publicarán hasta CINCO libros sobre el Presidente antes de las generales.

Yo debo confesar que sólo he leído el de Philipp Pettit, y; desde luego, me ha parecido un ladrillo. No es que lo haya leído con ninguna clase de prejuicio; es que, los análisis filosóficos desde una óptica tan absolutamente prefijada me aburren un poco, porque no suelen aportar casi ninguna novedad.

Lo dicho, Zapatero si tiene quien le escriba, aunque sea otro filósofo, Gustavo Bueno, en su «Zapatero y el pensamiento Alicia: Un presidente en el País de las Maravillas», de imprescindible lectura. Y cuyo autor sí aclara en que consiste el pensamiento Alicia.