Con una precisión milimétrica, a las ocho y ocho minutos del octavo día del octavo mes del año 2008 comenzaron los JJOO. El exceso de «ochos» responde a que éste número en chino se pronuncia «ba», un sonido casi idéntico al de la palabra que denota riqueza, «fa». Y como los chinos son muy supersticiosos, decidieron inaugurar los JJOO en un momento que está lleno de ochos para conjurar riqueza a raudales.
Y, ésta ceremonia de inauguración extraordinaria, llamativa; la más espectacular en la historia de unos Juegos, se convirtió en el biombo tras el que se ocultaba la miseria y la podredumbre de un régimen comunista y una dictadura cruel como pocas.
Pero el mundo seguía girando, y mientras todo el mundo estaba pendiente de Pekín, Ahmadineyad seguía con su bomba nuclear, Mauritania sufría un nuevo golpe de estado, el gobierno de Paquistán iniciaba el proceso para destituir a Musharraf y, la noticia que me pareció más importante: tropas de Georgia atacaban Osetia del Sur.
La historia de Georgia es curiosa y a mi me ha llamado siempre la atención porque uno de los dos reinos medievales que la formaron se llamaba, curiosamente, Iberia. El otro era Cólquida. Después de la unificación de Georgia, ésta solicita de Rusia un acuerdo de protección, que se ratificó en el año 1783 mediante el Tratado de Georgievsk. El 22 de diciembre de 1800 el zar Pablo I de Rusia, respondiendo a la petición del rey georgiano Jorge XII, firmó la proclamación correspondiente a la incorporación de Georgia al Imperio Ruso.
Esta situación, resuelta por petición de la nobleza y el pueblo georgiano se mantiene inalterable hasta el colapso de la URSS. Cuando éste se produce, un georgiano, Eduard Shevardnadze, ministro de Relaciones Exteriores de la URSS, alentó fuertemente la independencia de su tierra natal. Y el 9 de abril de 1991 se inicia ésta en medio de una serie de golpes de estado que culminan en una guerra civil con episodios más que conocidos de limpiezas étnicas: georgianos asesinados por separatistas abjasos y chechenos; y osetios asesinados por georgianos, entre otros episodios.
El viernes pasado, el Gobierno de Georgia inicia un ataque contra la región separatista de Osetia del Sur, para intentar frenar la deriva independentista y de unión con Osetia del Norte y con Rusia. Se producen más de 1.400 muertos osetios en el primer día de ataque, y la destrucción de infraestructuras tanto civiles como militares. No hay que olvidar que, de los 82.000 habitantes de Osetia del Sur, 58.000 son osetios y 22.000 georgianos. El gobierno de Georgia tenía la intención de acabar con los deseos independentistas de éstas regiones para poder formar parte de la OTAN (algo alentado por EEUU o Alemania).
Rusia, destacada en la región con el propósito de velar por la paz, se encuentra legitimada para intervenir después de que Tsjinval, la capital de Osetia del Sur, fuese blanco de francotiradores georgianos. Parte de la población civil de la ciudad tuvo que ser evacuada a Rusia y perdieron la vida alrededor de 2000 personas, la mayoría civiles.
Y yo me pregunto: ¿porqué EEUU o Alemania alentaron con tanto ahínco la independencia de Kosovo? Se decidió la independencia de ésa parte de Serbia atendiendo a razones étnicas. ¿Acaso no son mayoría los rusos, que viven en Osetia en una proporción aplastante? ¿Si Georgia es un estado soberano, es que quizá lo era menos Serbia? ¿Porqué lo que era bueno en los Balcanes no es igual de bueno en el Cáucaso?
Que conste que no estoy a favor de la intervención rusa en Osetia; pero tengo por costumbre analizar el asunto desde todos los puntos de vista. Y ya comenté cuando tuvo lugar la independecia de Kosovo que, aunque parecía un acto de libertad; en realidad era una acción ilegal y unilateral y tanto Osetia como otras muchas regiones podrían alegar las mismas razones que Kosovo. Y así ha sido. Espero que termine pronto ésta matanza de inocentes; aunque no confío que termine en una solución razonable.