Los Últimos de Filipinas y la ignorancia

Tengo que pediros perdón por lo ausente que he estado de mis actividades blogueras. Dos razones justifican esta ausencia: la pintura de casa, por fin terminada; y un extraordinario viaje con unos queridos amigos por tierras gallegas; que, además de permitirme disfrutar de una tierra preciosa en su compañía; también me permitió compartir, de nuevo, una deliciosa tarde-noche con Elentir.

Pero, de vuelta a la normalidad de mi vida diaria; retomo esta actividad. Hay mil asuntos que me han llamado la atención en este tiempo de ausencia; pero hay uno, quizá por menos aireado en la prensa, que me ha decidido finalmente a escribir sobre él.

Como sabéis, me interesa mucho la historia; y especialmente la historia española. Pues bien, hace unos días leí la noticia de que el Ayuntamiento de Cáceres, gobernado en coalición por el PSOE e IU ha decidido despojar de su nombre a una calle dedicada a «Los últimos de Filipinas». Efectivamente, la travesía llamada «Héroes de Baler», ha perdido su nombre; al entender la corporación que esta denominación hacía referencia a milicias franquistas.

Nunca me he hecho muchas ilusiones en cuanto al conocimiento de la historia demostrado por los miembros de los partidos políticos en general; pero si, además, a ese desconocimiento se le añade el sectarismo y la manipulación desde la ignorancia; cómo ha sido el caso del PSOE e IU en esta corporación; podemos llegar a situaciones absolutamente ridículas.

Desde mi modesto blog quiero comentar, a modo de humilde homenaje, la historia de estos «Héroes de Baler»; valientes hombres y honorables protagonistas de una página de la historia española desconocida por la corporación «progresista» de Cáceres.

Con todo detalle, la historia aparece recogida en innumerables libros y páginas de internet; pero yo quiero reconocerles el que, cuando España firma en París la venta de las Filipinas a los Estados Unidos, poniendo fin a nuestra presencia en el archipiélago; medio centenar de españoles que desconocían aún la noticia, trataban de mantener nuestra presencia en Filipinas. Y lo harían hasta el 2 de junio de 1899, atrincherados en la iglesia de Baler; fecha en la que el líder filipino independentista, Emilio Aguinaldo, les perdonaba la vida a los únicos 33 supervivientes; y ensalzaba públicamente su valor y arrojo.

Muchos de estos 33 supervivientes; jóvenes campesinos, tuvieron que esperar hasta 1.908 para que les fuera concedida una pensión vitalicia de 60 pesetas mensuales. Y, para conocimiento de la corporación de Cáceres, sólo 13 sobrevivieron a la Guerra Civil; y, en 1.945 aún vivían ocho soldados. Franco benefició a tres de ellos con el grado de Teniente Honorario. El resto de ellos, es decir, diez de éstos héroes, no habían luchado durante la guerra bajo las órdenes del dictador.

Esta categórica estupidez, supongo que realizada al calor de la tan traida y llevada «Memoria Histórica», se ha hecho extensible también a otras calles, llamadas «General Varela» o «18 de julio». Pero, como a tan informados miembros de la corporacion cacereña les resulta imposible demostrar que éstos héroes fueran franquistas cuando Franco sólo contaba 6 años, han asegurado que la calle ha perdido su nombre por petición de los vecinos. De dicha petición no existe constancia alguna.