Free Burma!

Precisamente había preparado para ayer una entrada que hablaba sobre la represión en Birmania apenas unas semanas después de iniciada. Pero me llegó vía mail un aviso de que el 4 de octubre sería el día internacional de los blogueros de todo el mundo por la libertad de Birmania.

Como es natural, me uní a la iniciativa de no publicar ninguna entrada ayer; y si tenéis interés podéis buscarme en ella. También os recomiendo encarecidamente vuestra adhesión. Creo que merece la pena cualquier iniciativa por la libertad en Birmania.

 

En una entrada anterior comentaba brevemente la historia reciente de Birmania (la socialista Myanmar), y expresaba mi estupor porque en casi ningún medio de comunicación español se haya comentado la tendencia política comunista de la Junta Militar que gobierna Birmania.

La rapidez en que transcurre nuestra vida nos deja poco tiempo para la reflexión de los mismos acontecimientos que se van sucediendo. Hace apenas una semana, todos los periódicos prestaban una enorme atención a la revuelta cívica de Birmania.

Y hoy apenas ningún medio se hace eco de ella. Parece como si ya se hubiera olvidado que en aquel lugar del mundo han asesinado a cientos de personas y que ni siquiera sabemos de la represión que seguramente se está practicando mientras escribo éstas líneas desde la comodidad de casa.

Me he enterado de que un coronel se ha negado a asesinar a monjes budistas. Si el coronel Hla Win y su hijo logran llegar a Noruega para pedir asilo, está dispuesto a contar lo que sabe de las atrocidades cometidas por la junta militar birmana según el diario Aftenposten, cuyo enlace he incluído más arriba. Pues bien, este militar birmano que desertó ha sido amenazado con pena de muerte; seguramente por la posible difusión de la verdadera opresión que se está llevando a cabo.

 Las noticias son que la situación dentro del país sigue siendo muy difícil. A pesar de que hay indicios de que algunos monjes están saliendo, todavía hay miles que siguen detenidos. Según Aye Chan Naing, jefe de redacción de la radio «Voz Democrática de Birmania», con sede en Oslo, todo indica que a los monjes los están encarcelando en campos de concentración situados en aldeas campesinas. Las condiciones de dichos campos son, como es fácil imaginar, pésimas. Y hay miles de personas que huyen, fundamentalmente hacia Thailandia.

Y ante estos acontedimientos, ¿cúal es la reacción del Gobierno de España? Aquí la dejo enlazada y extraigo para vuestro juicio y mi desilusión por su tibieza, el extracto de la misma:  «El Gobierno de España manifiesta su viva preocupación por la actual situación en Birmania, que está siguiendo muy de cerca» y se suma a las peticiones realizadas a las autoridades birmanas para que den muestras de la «máxima contención, ya que la represión violenta de las protestas que se están desarrollando en los últimos días podría tener muy graves consecuencias», según el comunicado enviado por la Dirección General de Comunicación Exterior (DGCE)