Un adiós y una bienvenida.

El adiós es para éste blog, un blog que me ha iniciado en el mundo de la blogosfera; y que comenzó gracias a los ánimos de muchos amigos que me leen; pero quiero hacer especial referencia a Elentir y a Patitofeo. Ellos han sido los que más «culpa» han tenido en mi iniciación. Y por ello, les quiero dar las gracias de una manera muy especial.

Quiero igualmente dar las gracias a todos los que habéis hecho posible, a pesar de mis largas ausencias, que la ilusión por mantener y seguir adelante con la bitácora, se haya mantenido inalterable durante todo éste tiempo. Me gustaría nombraros uno a uno, pero sois muchos y casi todos estáis reflejados en el blogroll de ésta bitácora. Los que no lo están es que no tienen blog.

Este verano, con el Atlántico de por medio, Patito me hizo una oferta que no he podido rechazar. Su idea fue que debíamos unir nuestros esfuerzos en un único blog; asi quizá podríamos mantenerlo más actualizado y la variedad de temas tratados podría ser mayor. En éste punto yo creí percibir alguna ironía, en el sentido de insinuar que soy muy aburrida en mis temas; pero lo pasé por alto 😉 .

Realmente, me da un poco de pena dejar atrás ésta página, Pero la oferta de Patito era irrechazable, asi que una nueva etapa, en una nueva bitácora comienza hoy. Para ella es la bienvenida; espero que los que me hayáis seguido en ésta andadura no os desvinculéis con el cambio, pues a todos espero veros en la nueva bitácora, que se llamará La imagen reflejada.

Estáis todos invitados a pasaros por ella y, por supuesto, a hacer del nuevo blog vuestra casa; yo iré pasando todos los enlaces al nuevo blog, aunque no desesperéis que soy lenta… Os esperamos.